Andaluz, reconocida por el Senado

El comienzo en las artes marciales fue a los 4 años. Tres después, el taekwondo se ganó un lugar muy grande en su vida y se quedó para siempre con ella, su familia y su entorno. Hoy, con tres Mundiales logrando resultados inolvidables, cientos de podios en citas regionales, nacionales e internacionales y miles de horas entrenando y enseñando, Romina Andaluz disfruta de un halago, un reconocimiento que motiva, estimula y llena el alma. El Senado de la Nación, por intermedio de un proyecto presentado por la senadora nacional Magdalena Odarda, realizó un reconocimiento a la trayectoria deportiva de la experimentada taekwondista roquense que trabaja día a día en el club Italia Unida, su segunda casa.
El Senado declaró de interés la trayectoria deportiva de Romina, mundialista junior (con dos grandes medallas de plata y bronce) en Buenos Aires 2002 y que también se midió con las mejores del mundo en la citas ecuménicas del taekwondo ITF en Birmingham, Inglaterra 2007 (tercer puesto) y en Ottawa, Canadá 2012 (tercer puesto y bronce en lucha y quinta en forma).
“La verdad es que esta noticia cayó en un muy buen momento, entrenando para el segundo selectivo y buscando hacer todo lo posible para volver a estar en competencia, intentando clasificar. Estoy muy agradecida a mi familia que me acompañó en todo momento, papá, mamá, mi hermano y la familia propia, a Seba y Donatto que siempre alientan, ayudan…que siempre están. En esta nueva etapa ellos son mi mayor motor. Sólo es agradecer y seguir trabajando”, contó Romina, nacida el 30 de noviembre de 1985 y que apuesta todo a volver a ser mundialista.
En silencio, a fuerza de constancia, dedicación y sacrificio, Romina, en realidad toda la familia Andaluz, dejan todo por el taekwondo. Por entrenar, por enseñar, por dejar una huella volcando en grandes y los más chicos todo lo aprendido en una vida en la que han respirado siempre este deporte.
Entre 1998 y 1999 llegaron triunfos en torneos regionales y nacionales y en 2002 tuvo el gran desafío de buscar su lugar en el Mundial Junior de Buenos Aires. Con los selectivos superados, el mejor nivel del mundo la recibió y ella mostró su categoría obteniendo, en la localidad de Tres de Febrero, con 16 años, el subcampeonato mundial en forma y bronce en lucha.
Luego su apellido se hizo más conocido y los logros no pararon de llegar. Hubo dos clasificaciones para estar en Mundiales, hubo apoyo y trabajo familiar para lograr, con mucho esfuerzo, poder viajar y ya están en el recuerdo, los grandes pasos por Inglaterra y Canadá. No faltaron los viajes con los chicos, más aprendizaje, nuevos exámenes, más capacitación y muchas más horas de trabajo. Hoy, con mucha más experiencia, Romina va por otro logro: ser otra vez mundialista.

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