
Otra vez los penales dejaron sin ascenso al Depo
Un final repetido por segundo año consecutivo. Deportivo Roca hizo todos los méritos para festejar en su casa su ascenso al Argentino A, pero chocó con sus nervios, la falta de contundencia y la mala intención de un Alvarado que apeló a todo lo ilegal para alcanzar los penales y ganar 4 a 3, luego de un duro y emotivo 2-2 en un Luis Maiolino que lució repleto pese a la nevisca y el frío polar. Ahora, el Naranja, que vivió la misma situación en el certamen anterior ante Racing de Olavarría, jugará desde el miércoles la Promoción ante Alumni de Villa María.
De manera increíble el partido duró más de 180 minutos ante la pasividad del árbitro mendocino Carlos Salinas, que perdió el control de todos con apenas 4 minutos en el reloj.
Con un escenario que lució como nunca en las tribunas y con un campo de juego muy rápido, Roca salió a presionar a su rival, pero las “mañas” adversarias comenzaron desde temprano.
En el mencionado minuto 4, el defensor Colaneri cayó supuestamente alcanzado por un proyectil. El árbitro, sus asistentes, el veedor, los medios regionales y hasta la televisión marplatense no vieron nada y allí comenzó una novela sin fin.
El jugador no se levantó y Alvarado se plantó en no seguir. Salinas recibió presiones, hasta ingresaron dirigentes y personas vinculadas a la visita que buscaron por todos los recursos meter a Colaneri en la ambulancia y terminar con la final sin la revisión médica y la decisión arbitral.
¿Deportivo Roca? El equipo estuvo ajeno a todo y se dedicó a esperar como también lo hizo la multitud.
La espera duró 66 minutos y pese a las presiones, de todo tipo, de la visita (provocaron al público y empujaron a la terna arbitral y a la Policía), el partido volvió a reanudarse. Colaneri –que se quedó en la ambulancia, pero que en el cierre festejó sin problemas- fue reemplazado por Flamenco, pese a que el DT Noto no quería jugar. El veedor dio el visto bueno y muchos contaron en el estadio que llamó a Julio Humberto Grondona para tomar una decisión y el presidente de AFA dio el OK.
Poco fútbol, muchas emociones
El parate enfrió a todos los protagonistas y las imprecisiones, como también los nervios, les ganaron a los finalistas. La primera jugada de peligro fue para el local con Jara ganando arriba y Palomeque casi empujando al gol el cabezazo cruzado.
Pero en la contra llegó el tanto visitante. Sosa ganó en velocidad –la pelota se le escapó afuera, pero el línea no marcó-, la siguió Galeano y Fittipaldi fusiló a Sand de derecha.
Roca se recuperó rápido. A los 30, Puig y Fernández armaron un ataque, Castro metió el centro y Taborda definió de media vuelta para el 1-1.
Sin embargo, a los 32, Galeano le ganó la posición a Guevara en un pelotazo largo y sacó un derechazo que no pudo desviar Sand. Otro golpe bajo y Alvarado arriba 2-1.
Y en un encuentro gol a gol, le volvió a tocar al Depo a 120 segundos del tanto rival. Luego de dos tiros de esquina, Jara superó a todos arriba y con un cabezazo marcó el 2-2.
Galeano tuvo el 3-2, pero Sand tapó el remate del mejor jugador visitante. Y también lo tuvo Puig con un cabezazo que contuvo Chiappa.
Salinas se sacó de encima el primer tiempo con 45 minutos cuando hubo muchas interrupciones y debió agregar más de cinco minutos.
En el segundo tiempo, Alvarado avisó de entrada con un tiro libre de Galeano, quien fue el gran protagonista del nuevo parate. A los 5 minutos, Salinas le mostró la roja al delantero por un llamado de uno de los asistentes que le marcó exceso verbal del “10”.
Todo Alvarado se fue sobre la terna arbitral liderados por Christovao –mereció la roja- y otra vez a Salinas se le escapó el partido. Jugadores y cuerpo técnico del conjunto marplatense empujaron y agredieron a la terna, pero no conformes con ello pelearon con la Policía, golpearon a uno de los enfermeros que estaba cerca de la ambulancia y también a varios fotógrafos, además de volver a provocar a la gente.
¿Cómo continuó todo? Para el árbitro Salinas no pasó nada y Alvarado siguió haciendo lo que quiso.
Luego de 15 minutos regresó la acción, pero Roca fue el que más sintió la inactividad, pese a que el nervioso fue Alvarado.
Hasta el final, campo y pelota fueron del Depo. También las chances: a los 22, Chiappa le sacó un cabezazo bajo a Taborda y nueve minutos más tarde, Fernández no dominó un pase a Puig cuando había quedado mano a mano con el arquero.
Y hubo más para el equipo dirigido por Pancaldo. A los 36 cabeceó Gelatini y no la pudo empujar Taborda. Enseguida, Chiappa encontró un cabezazo de Puig y en la última, Fernández no empujó el gol el remate cruzado de Taborda.
Alvarado también tuvo una y el palo le negó el gol al cabezazo de Rivas.
El final encontró a local con una mueca por llegar a los penales. La historia se hizo presente: Alvarado ganó su tercera definición consecutiva (gracias a su arquero, que le atajó los remates a Fernández y Palomeque), la quinta en fila para su DT y el Depo perdió la tercera en las últimas cuatro. Ahora, a levantarse y buscar la última chance.
Nota: Adrián Hernández.
Fotos: José Luis Pierroni.