“Cacho” García disfruta de un brillante presente
Luego de brillar en las pruebas de calle, crecer en la pista y animarse a pelear en la barda, la primera parte del año lo encontró luciendo un gran nivel en la montaña. Fue segundo en los 35 kilómetros de Calvario Race en Villa La Angostura, escoltando al destacado esquelense Sergio Trecamán y luego ganó el Desafío Miradores en San Martín de Los Andes. El arribo a la montaña tiene una clara explicación, un gran objetivo: en 2017 dirá presente en el Cruce Columbia, el tradicional Cruce de la cordillera de Los Andes, uniendo Argentina con Chile en tres etapas.
Claro que la charla con Manantial Deportivo abandonó por un rato el presente y buscó los primeros pasos junto al atletismo. “Mis primeros pasos en atletismo fueron cuando estudiaba en el CEM Nº 1 con el profesor Manuel Hermida, fueron cinco años hasta que egresé, entre el 2000 y 2004. Después lo hacía porque me gustaba, pero sin competir, hasta que en octubre del 2009 decidí entrenar con seriedad y probarme en competencias de calle. Corrí mi primer Corrida de Cipolletti y la Corrida de la Manzana, y ahí fue donde me puse como objetivo ganar la Corrida de la manzana, lucharle a un grande como Matías Roht y pelear la más importante: la Corrida Aniversario que se corría en el Canal Grande a pasos de mi antigua casa en Misiones y Gadano”, contó Héctor.
Y el repaso por su carrera no se detuvo. “En ese 2010, el 10 de julio gané mi primer premio en la Corrida Aniversario de Choele Choel en el sprint final y por apenas dos segundos a Jorge Suárez. Justo, con Jorge ganamos 15 días después la Doble Apolo en equipo y también pude festejar en la Quiñones en Cipolletti”, siguió haciendo trabajar a la memoria el destacado deportista local.
Más recuerdos
“En el 2011 me metí de lleno a la pista, sin descuidar las competencias de calle y carreras en equipo con Roberto Paco Bustos en duatlones y triatlones. Corrí mi primer Nacional en el Cenard en 5.000 y 1.500 metros llanos en 15m19s y 4m03s, respectivamente, gané el torneo Libertad en La Pampa en 3.000 metros llanos y el torneo Invierno porteño en el Cenard con 8m49s y después de muchas carreras locales corrí ese año mi primera Corrida Aniversario. Por un problema de transporte viajé a Santa Fe a correr 5.000 metros y llegué tarde a esa competencia. Me dieron la posibilidad de anotarme en otra y al otro día salí campeón nacional en 3000 con obstáculos (risas) con un registro de 9m50s y cerré ese gran año con el torneo internacional semana del mar en Mar del Plata con un tercer puesto en 5.000 metros a 3 centésimas del segundo, con mi mejor registro de 15m16s y al otro día llegué cuarto en 3.000 llanos con 8m46s. Fue genial, todo inolvidable”, destacó García sobre ese año.
En el 2012, Héctor se quedó con su primera Corrida de la Manzana y empezó a participar en duatlones son su amigo Mariano Bustos. La dupla se entendió de memoria y no tardaron en llegar grandes resultados.
Sin embargo, la vida le dio un golpe duro, de esos que nos duelen a todos los que hemos pasado por algo similar. “A mediados de ese año falleció mi hermano mellizo y me quedé sin entrenador. Pude canalizar todo corriendo y ganando carreras en Allen, Cervantes, Villa Regina y decidí ponerme la camiseta de mi tan querido CEM Nº 1. Con muchas ganas de largar todo, apareció Matías Roht para que no deje de correr y mejorar en las pruebas de calle. A partir de ahí logre meter 31m25s en la Corrida de Cipolletti superando a atletas de gran nivel como Frencia, Sánchez, Luna y al mejor rionegrino, César Troncoso. Luego, 22 días después gané por segundo año la Corrida de la Manzana. En ese 2013 conocí a mi amiga y mentora Adriana Montenegro que me incentivó para seguir metiendo pista. Gracias al apoyo de municipio de Cervantes y una invitación de Salvador Fontana de la Federación Metropolitana, metí mi mejor registro de 3.000 con obstáculos con un segundo lugar y un tiempo de 9m28s. Ese año ganamos el Tetra de Cerro Bayo con Mariano y Roberto Bustos”, siguió repasando “Cacho”.
Llegó 2014 y las grandes noticias siguieron apareciendo en el diario deportivo de “Cacho”. “Gané la Copa Chállenger de Quiñones y conocí a mí entrenador de Villa María, Ariel Valdemarin. Con Papu Muñoz y Mariano Bustos ganamos con el equipazo el Tria de La Pera. Logré el título provincial en 800 metros con 2m02s y corrí mi primer 10.000 en pista gracias a la ayuda de Cipolletti que me inscribe, después de muchas trabas, para conseguir becas, pasajes, e inclusive inscripciones y escuchar que era un atleta muy chiquito para lograr algo. Me sedujo la posibilidad de vivir, estudiar y representar a Villa María, pero mi corazón me hizo volver a Roca en el 2015 con el objetivo de hacer bases sólidas en las carreras locales y probar suerte como mi propio entrenador. Llegó mi primer trekking nocturno en Huergo, la rompimos con mis amigos Papu y Mariano, logré ganar los 10 kilómetros de Fundas, un acuatlón, pude hacer mi mejor prueba en Cipolletti y me di el lujo de compartir y ganar con Paco Bustos, el Tetra de Roca y Cerro Bayo. Tuve la gran alegría de poder ganarle a un referente del deporte roquense como Maxi Morales en 21 kilómetros en barda y uno siempre busca seguir creciendo”, concluyó el atleta a la hora del repaso por sus mejores momentos deportivos.
Un 2015 espectacular y un 2016 que promete más alegrías
La cabeza está puesta en el presente, pero es imposible no recordar los grandes momentos vividos el año pasado. El septiembre de 2015, el atleta nacido el 1 de diciembre de 1986, de 28 años, marcó el ritmo desde el vamos, hizo la diferencia y una lluvia de aplausos lo recibió. Por primera vez se adueñó de la clásica Corrida Aniversario ciudad de General Roca, por primera vez ganó la carrera de su ciudad.
“Ganar la Corrida Aniversario fue un sueño hecho realidad, el mejor regalo que le podía hacer a mi mamá en su día, al CEM Nº 1 y a la gente de mi ciudad que tanto quiero”, repasó “Cacho”. La dedicatoria fue para mamá, en el día de la Madre.
“Fue un año soñado y sé que lo difícil era pensar en que se iba a repetir algo similar, además de acomodar mis actividades con lo que fui planificando tratando de evitar no pasarme de rosca. Mi trabajo en el CEM Nº 1 es de portero y mi oficio es electricidad domiciliaria e industrial con el profesor Luis Singh en el colegio Don Bosco”, contó Héctor.
Luego fue tiempo de hablar de las nuevas metas. “Aparte de trekking, este año incorporé la montaña, a lo que venía haciendo en la calle y la pista en medio fondo, fondo y obstáculos, que algo que quiero volver hacer el año que viene. Y respecto a resultados, el 2016 ha sido muy bueno. Salvo en el Triatlón Cross de Roca que lo gané con Cristian Esponda y su nadador. El de Cervantes, el de La Pera (por tercer año) y el de Huergo, lo corrí con mi amigo y ciclista de siempre, Mariano Bustos y como nadador estuvo Nico Colmenares. En calle quedé 11º en la general de la Corrida de Cipolletti pudiendo superar a rivales de Brasil y figuras reconocidas de nuestro país. Por tercer año gané la Corrida de la Manzana, fui primero en los 21 k de trekking en Balsa las Perlas. En calle corrí tres carreras, en Belisle, Chimpay y Choele Choel con buen nivel y las dos últimas en un fin de semana”, destacó García.
Y hace poco llegó el interés por la montaña y todo nació a partir de un consejo. “Roberto (Paco) Bustos me habló y me contó de la posibilidad de correr el Cruce Columbia y que me tenía toda la fe en montaña. A partir de ahí decidí inclinarme para ese lado con sus consejos y además quería ver los lugares que me habían contado que eran hermosos. Todo esto llegó a oído de Cristian Cárdenas quien como deseo quiere que tenga mi debut en el trail en Calvario Race, la prueba en la que estuvo como organizador en Villa La Angostura. Fueron 35 kilómetros y la idea era sumar experiencia y disfrutarla. Eso se lo dije a mi cabeza, pero no lo entendió (risas) y terminé escoltado a un grande como lo es Sergio Trecamán”, siguió relatando Héctor.
Pero la historia en la montaña siguió sumando más experiencias y grandes resultados. “Poco tiempo después me subí a un auto, costumbre de mi amigo Marcelo Ortiz (risas) y llegamos a último momento a San Martin de los Andes donde participamos en el Desafío de los Miradores. Ganar y terminar delante de otra gran atleta como el juninense Sergio Pereyra, al que conocí allí, fue muy bueno. Y hace pocos días disfruté poder ganar el duatlón de Cervantes en postas junto a mi amigo Mariano Bustos. No me quiero despedir de esta charla sin agradecer a mi preparador físico Andrés Valenzuela, a Argentinos del Norte donde trabajo en el gimnasio, a la profesora de Educación Física y amiga Adriana Montenegro que me ayuda con la parte de gimnasia y elongación, a Dietética Roca y a mi masajista y amigo de siempre Carlos Baeza”, concluyó el veloz deportista que el 17 de julio será uno de los animadores en el recorrido de 28 kilómetros del Raid Adventure Doble Apolo.